Joya patrimonial de la campiña sevillana, la Villa ducal de Osuna está declarada Conjunto Histórico-Artístico. Dominando la ciudad nos encontramos con la Iglesia Colegial, la Antigua Universidad y el Monasterio de la Encarnación, herencia del desarrollo urbanístico de los duques de Osuna. Su rico pasado romano se deja advertir en el teatro o la necrópolis hipogea de las cuevas.
Los orígenes de Osuna se remontan hacia el año 1000 a. C, a la época de los tartessos, identificada con la ciudad ibérica de Urso. Durante la época romana participó en las guerras entre César y Pompeyo y en el periodo de Al-Andalus fue llamada Osona, época en la que nacieron importantes poetas, científicos, gramáticos y juristas.
La conquista cristiana fue llevada a cabo por Fernando III en el año 1240 y más adelante se cedió a la orden de Calatrava, con Pedro Girón como Maestre de la Orden y siendo en 1464 la Villa permutada y convirtiéndose así en el núcleo del Condado de Ureña.
En 1562 le fue concedido el título de duque de Osuna al quinto conde de Ureña; su deseo de ascender en el estamento nobiliario fuerza a los Téllez Girón a desarrollar todo un programa constructivo que remodelará absolutamente el paisaje de Osuna, fundándose en esta época la Colegiata, la Universidad, 19 monasterios y 4 hospitales, junto a numerosas casas solariegas y palacios.
En la actualidad residen en ella alrededor de 18.000 habitantes.