Ciudad rodeada por la fértil vega sevillana, posee uno de los conjuntos patrimoniales más importantes de Andalucía. Heredera de la Bética romana, la variedad y riqueza patrimonial se ve reflejada en su arquitectura religiosa y civil, así como en los numerosos edificios de época romana, islámica, barroca o contemporánea.
Sus orígenes históricos se remontan al Neolítico, habiéndose encontrado en sus alrededores ricos yacimientos prehistóricos. Ciudad ibérica, fue intensamente romanizada, llegando a tener el privilegio de acuñar moneda y siendo éste uno de los periodos más brillantes de su historia, del cual se conservan importantes restos arquitectónicos. Carmona conservó su importancia durante la época musulmana, siendo durante los primeros reinos de Taifa, capital de uno de ellos. En 1247 se rindió a Fernando III el Santo, que la repobló y dotó de Fuero propio.
Durante el reinado de Pedro el Cruel, Carmona fue objeto de predilección real y durante los reinados de Juan II y Enrique IV, escenario de las rivalidades de las casas nobiliarias de los Ponce de León y los Guzmán. La participación de Carmona en la guerra de Granada fue muy notable, como se ha podido comprobar por la abundante documentación conservada en el Archivo Municipal. En el año 1630 Felipe IV otorgó a Carmona el título de ciudad. Actualmente cuenta con una población de 28.500 habitantes.