Cada época del año, añade un atractivo diferente a la monumentalidad e historia de los municipios de la ruta Caminos de Pasión.

El otoño destaca por su gastronomía, marcada por la recolección y elaboración de productos locales, eventos gastronómicos y el paisaje que comienza a cambiar con las primeras lluvias.  

La Cuaresma, se presenta como la antesala de la Semana Santa, un preludio para conocer tradiciones religiosas y sociales, que van unidas a gastronomía propia y todos los preparativos que se hacen desde hermandades y talleres artesanos.

En primavera, el calendario se llena de ferias y fiestas populares y religiosas.  Durante el verano, la agenda cultural nocturna enmarcada en espacios monumentales, marcan la diferencia. 

La ruta permite hacerse con una duración de 5 a 10 días. Escapadas de fines de semana, a uno o varios municipios, o combinar la ruta con las principales ciudades andaluzas, son otras alternativas.