Iglesia de San Gil

Ubicada en la zona más alta de la ciudad, en la típica calle San Antonio del barrio de San Gil o Cerro del Alcázar, guarda gran coherencia con su emplazamiento, un lugar de gran tipismo y sabor.

Es la más antigua de la ciudad siendo junto a la de Santiago, una de las que se fundaron en el siglo XV, concretamente en 1479.  A lo largo de los siglos ha sufrido diferentes transformaciones y añadidos, hasta convertir en estilo barroco casi todo el edificio.

De la primitiva etapa se conserva la estructura general del edificio, de planta rectangular y con tres naves de cinco tramos cada una separadas por arcos apuntados sustentados sobre pilares. En el tercer cuarto del siglo XVIII se remodeló la iglesia, sustituyéndose las primitivas techumbres de madera de las naves por bóvedas de aristas. En ese momento, se construyeron las capillas bautismal y de ánimas y se remodeló la cabecera, edificándose asimismo la sacristía. Entre 1727 y 1730, se levantó transversalmente un edificio de nave única de cinco tramos.

La torre, situada a la izquierda de la portada de los pies, se edificó entre 1777 y 1782 por el maestro de Écija Antonio Caballero, según diseños de Antonio Matías Figueroa. Es la torre más alta de Écija y está considerada por algunos como la más bella.

El retablo mayor fue ejecutado por el maestro carpintero Juan Guerrero, entre 1770 y 1780, con elementos del primer tercio de ese mismo siglo procedentes de un retablo de otra iglesia. El camarín central lo ocupa una imagen de San Gil, del primer cuarto del XVI, situándose en las calles laterales esculturas de santos y en el ático un relieve.