Para tener una experiencia completa de cómo Lucena vive su Semana Santa, no hay nada como visitar las casas hermandad que en Cuaresma celebran jornadas de puertas abiertas. En todas ellas se vive un ambiente de cofradía y santería que acerca al visitante a los secretos de esta devoción. También es una ocasión perfecta para degustar los buenos caldos de la tierra con los tradicionales “bolos lucentinos” o postres tradicionales como los gajorros; para acudir a la Misa del Santero ante María Santísima de Araceli, que se realiza en su Santuario, o para sentir la conmoción del Vía Crucis del Silencio, el más antiguo de Lucena donde el Cristo de la Salud y Misericordia ‘Silencio’ es acompañado por sus hermanos enlutados que van tocando un toque de ronco tambor muy particular, mientras se van haciendo las estaciones del vía Crucis ante un conmovedor y riguroso Silencio.

Imprescindible: Solemne Miserere de Nuestro Padre Jesús Caído y Solemne Miserere Capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El primero, organizado por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima de la Salud y Asociación Musical de Cámara Elí Hoshaná,  interpreta el Miserere Deus de Gregorio Allegri compuesto para ocho voces mixtas recreando el ambiente primitivo del siglo XVII, obra que se compuso para ser cantado en la capilla Sixtina durante los maitines los miércoles y viernes de Semana Santa. En el segundo, la Hermandad de Tambores de Lucena realiza por las calles la Llamada de Hermanos con el tradicional toque del tambor lucentino y el toque del Torralbo, tradicional toque de cornetín, hasta llegar a la capilla desde donde sale la imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno al llanete, para el Solemne Miserere al término del cual dará la Bendición al pueblo.